El Acta del Lunes. Ha terminado la temporada.

El Barakaldo CF ha terminado su temporada. Una de las más nefastas de su centenaria historia. La peor que yo recuerdo. No ha ganado ni un partido de los de la fase de permanencia. Terrible. Ahora la incógnita es qué pasará en la 2021-2022: ¿tercera o desaparición? Pase lo que pase, esté donde esté: #SOLOBARAKA

Dos equipos del grupo del Barakaldo en 2ªB han terminado ascendiendo a la categoría de plata (Real Sociedad B y Amorebieta). Uno más se quedó a las puertas (el Bilbao Athletic). Especialmente significativo ha sido el ascenso del Amore, del cual me alegro. También siento envidia. Igual envidia no es la palabra. Mi compañero de grada y de sufrimiento futbolístico, Borja Cerezo, lo define mejor:

En un año ya de por sí nefasto, como aficionado del Baraka el ascenso del Amore me produce una desazón terrible porque a uno se le acaban ya los argumentos: tienen menos presupuesto, menos socios, menos habitantes… Simplemente un año (EL año), dieron con la tecla.

El Atlético ha terminado su temporada siendo campeón, con sufrimiento. Me alegro por mis amistades colchoneras. El Eibar ha terminado la temporada bajando a segunda. Que le quiten lo bailao. Impresionante lo de los armeros. Y se han despedido con una elegancia de Champions. Lean este hilo sino. Another football is possible.

La Premier ha terminado. La temporada del Liverpool, viendo su evolución, ni tan mal. Al final terceros. Habían puesto el listón muy alto en las campañas precedentes con Klopp al frente. El City campeón. Vamos con ellos en la final de Champions. Y con el Villarreal en la final de la Europa League.

La temporada del fútbol de clubs ha terminado, pero este año hay Eurocopa. No soy muy de selecciones, pero me tragaré unos cuantos partidos. Lo sé.

La temporada ha terminado con mi primogénito entrenando en una escuelita de un club con solera en el pueblo: el Retuerto. Él disfrutando y aprendiendo y deseando poder entrenar entre semana y disputar partidos los fines de semana del curso que viene. Y yo también. Si eso ocurre, habrá menciones a las evoluciones del equipo rojiblanco en las actas de los lunes de la campaña 21-22, no lo duden.

La temporada ha terminado y hubiera molado que hubiese acabado con las imágenes de aquel último partido de la Real Sociedad en El Molinón en el que se alzó con el título de liga. Ambiente e iconografía absolutamente Northern para ilustrar este post.

La temporada ha terminado. A no ser que alguna fiebre me golpee con fruición en las próximas semanas, dudo mucho que vuelva a escribir ningún contenido balompédico en este vuestro blog amigo.

La Superliga Europea mitiga el dolor por el descenso a tercera

Aunque matemáticamente aún no lo está, el Barakaldo CF va a descender a tercera división. Pese a que nunca es buen momento para bajar de categoría, este descenso se va a producir en el peor momento: justo el año en que se crea una competición nueva (la 1ª RFEF o algo así) por lo que, en realidad, el club centenario de la margen izquierda no va a bajar una división si no dos. Del pozo de la 2ªB (tercera categoría del fútbol a nivel nacional hasta ahora) a las cloacas de la 3ª (cuarta categoría hasta este año, quinta a partir del año que viene). Muy Baraka Style todo.

Un desastre de temporada en lo deportivo que culmina con un más que merecido descenso. Una campaña que sí que se había arreglado un poco en lo económico, parches que veremos si se pueden mantener el año que viene. Porque, claro, a lo peor la gente que se supone que va a poner la pasta en la conversión a SAD puede decir que ellos iban a aportar dinero a la causa gualdinegra en la división de bronce, no en la quinta categoría. Es decir, puestos a ser agoreros, puede que incluso lo que esté en juego con este quasi confirmado descenso es la propia existencia de la entidad como tal. Puede que en vez de bajar a esa nueva tercera, acabemos jugando en no sé qué categoría del fútbol regional. Esperaremos acontecimientos.

Mientras, se ha anunciado la creación de una Superliga europea de fútbol que va a reunir a los doce o a doce de los equipos más ricos, económicamente hablando, del continente. Una competición, por lo que se ha podido saber, casi de carácter privado o exclusivo en la que otros clubes podrán participar si los oligarcas propietarios de esas multinacionales dan permiso, cual noble dando accésit de gracia al vasallo. Un nuevo formato que parece tiene como gran objetivo recuperar o multiplicar los ya de por sí  pingües beneficios que suelen obtener este tipo de entidades, los cuales, pobrecitos, se han debido ver recortados por la pandemia. 

Entiendo que puede sonar un poco hipócrita criticar esta historia y no hacer lo propio con la Champions o la Premier o la Liga o el Mundial de Qatar. Cierto, no son muy ejemplificantes, no son modelos especialmente edificantes, pero es que, para más inri, en el caso de la nueva liga esta, el inherente mérito deportivo que rige casi toda competición (como las de esos organismos), toda competición que, al menos, se caracterice de ser eso, o sea, deportiva, desaparece de la ecuación. Es decir, estos doce la jugarán siempre. Tenemos garantizados partidos televisados del siglo por doquier, eso sí. Partidos protagonizados incluso por equipos que, históricamente, tienen menos títulos que otros clubes que quedarán fuera. Y sí, ya sé que la NBA y la Euroliga de baloncesto son competiciones que se desarrollan de esta forma. Pero bueno, yo el fútbol lo vivo o lo he vivido de otra manera. Igual es que me cuesta entenderlo de esta forma. Me cuesta entender que todo tenga que responder a un show televisado, a un espectáculo.

Personalmente, aunque puedo estar dejándome arrastrar por una corriente… ¿populista?…  este formato me resulta abominable. Me parece una obscenidad de nuevos ricos (aunque sean viejos), una aberrante mercantilización de un ya de por sí mercantilizado deporte, una excluyente ostentación de magnates, de propietarios de fondos de inversión, de dueños de muchos petrodólares que se inventan un nuevo y elitista juego. Porque esto, amigos, para mí no es fútbol.

Volviendo al infrafútbol, asumiendo el descenso de mi equipo favorito, he tratado de ver el lado positivo. Para empezar, me he parado a mirar los posibles rivales del año que viene. Deusto, Santutxu, Gernika, Balmaseda… el derbi de la margen izquierda (si no sube el Sestao), partidos de matinal, campos a los que ir en metro, ataviados, el crío (puede que hasta los críos) y yo, con nuestras bufandas gualdinegras. Partidos con grada a pie de cal, de tertulia con la hinchada rival (fin de la pandemia mediante), de jamada antes o después del encuentro, de poteo previo al match, de entradas baratas (esperemos que no se aprovechen), de identificación con los colores del pueblo, de tu equipo, gane o pierda… otro tipo de show, otro tipo de espectáculo. Esto, para mí, sí es más fútbol.

La aparición de la Superliga europea esa ha reforzado, qué cosas, la perspectiva positiva ante la temporada 2021-2022 del Baraka en la nueva tercera, en la quinta categoría del fútbol nacional. O dicho de otro modo, el anuncio de la Superliga Europea me consuela por el descenso de mi equipo, ya que han aumentado mis ganas de verlo por esos campos tan alejados de los grandes focos.

*La foto se corresponde con la entrada al campo de Las Llanas, el estadio del Sestao River, en el derby contra el Barakaldo, en 2017, duelo que puede que se reedite el próximo año. Quién quiere Superliga Europea teniendo Northern Football, espacio en el que se compartió, en su día, dicha instantánea.

El Acta del lunes. Abran los paraguas.

Me diréis que sólo abro el Acta del Lunes cuando el Baraka gana. Y no os falta razón. Unas cuantas derrotas después (cuatro, si no me equivoco) ayer se volvió a ganar. Y a todo un filial del Athletic. Y bien, eh… los otros días, perdiendo contra el Portu o el Arenas o el Amore o el Racing (bueno, esto podía ser más esperable), el mosqueo me impedía sentarme a escribir sobre el Barakaldo CF, pero tras la balsámica victoria de ayer, en cambio, aquí me tienen. Balsámica aunque ya somos matemáticamente equipo clasificado para disputar el playout para eludir el descenso, pero bueno… balsámica aunque sigue saliendo mierda en torno al pasado administrativo más reciente del club o de la mala gestión del mismo por parte de la directiva anterior. Y parece que, en el futuro, más movida al respecto, ya que la actual junta gestora va a proponer este miércoles llevar a juicio al anterior presidente. En fin, poca vista tuvimos en su día los socios (también tenemos que hacer autocrítica) para no haber llegado a esto, aunque no es fácil acceder a todos estos tejemanejes o comprender, desde fuera, los movimientos de cuentas que se presentaban en las asambleas.

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El Acta del Lunes. Pura vida. Keep the Faith!

Semanas convulsas en territorio gualdinegro. Que ya lo sabréis, pero como no publicaba el Acta del Lunes desde el 4 de enero, pues os hago un microresumen: se quitó a Larrazabal como entrenador y se le mantuvo como director deportivo; le sustituyó Germán Beltrán y a este le han dejado como míster tres partidos (dos derrotas contra dos claros aspirantes al ascenso – Bilbao Athletic y Sanse – y un empate frente al Leioa), tras los cuales, se decide botarle y le sustituye Jabi Luaces, que debutó en el banquillo de Lasesarre este pasado sábado. Un cambio que no se ha vivido demasiado bien entre la masa social gualdinegra y que coincide con la buena noticia de que se sale del proceso concursal, lo cual puede llevar a barruntar en que puede haber acuerdo ya con grupo que se va a hacer con las riendas económicas del Baraka y que éste ha decidido ese cambio deportivo. Eso especulando y sin desdeñar otro tipo de opciones.Como decía, a la nefasta temporada en lo deportivo, se une el sainete en forma de baile en el banquillo, el mosqueo de parte de la afición, el mosqueo por parte del míster saliente y la sensación de que esto acaba como el Rosario de la Aurora, un culmen que se podría ubicar desde hace ya mucho tiempo, por otra parte.

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El acta del lunes. Una sitcom rojiblanca.

No está siendo un buen año para Gaizka Garitano. Vale, sólo llevamos cuatro días del mismo, pero en ese tiempo ha perdido su trabajo. Vale, hay que reconocer que se lo venía buscando desde hacía semanas o meses. Sí ha sido curioso que se lo hayan zumbado tras una victoria, cuando todos pensábamos que había salvado el enésimo matchball tras vencer al Elche. C’es la vie. Le sustituirá en el banquillo Marcelino. La verdad es que en mi calenturienta cabeza mezclo al asturiano, a Raúl García y a buena parte de la afición rojiblanca y me sale una sitcom. Una comedia de enredos en el que dos perfiles o personajes al principio desagradables, acaban tornándose queridos. Bueno, en el caso del ex entrenador de Racing, Villarreal o Valencia, está por ver. A mí me parece un buen míster, pero insisto: lo que más me mola son los sapos y culebras que se estarán tragando algunos que le odiaban, como pasó con Raúl García.

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